Marruecos vive horas críticas este 10 de octubre. El discurso de apertura de sesión parlamentaria previsto para las 16:30 en Rabat, donde el rey Mohammed VI debía dirigirse a la nación, está en suspenso. Las calles del país laten al ritmo de las protestas del colectivo GenZ212, un movimiento juvenil que exige mejoras urgentes en servicios públicos y cambios políticos drásticos.
Estas manifestaciones, activas desde hace casi dos semanas, toman fuerza principalmente en Casablanca y Rabat. Los jóvenes del GenZ212, conectados y con un fuerte sentimiento patriótico, reclaman no solo que el monarca tome la palabra, sino también la dimisión inmediata del jefe del gobierno, Aziz Akhannouch.
El contexto es tenso: la convocatoria a la protesta es seguida por decenas de miles que exigen reformas, presionando directamente a la corona y el poder ejecutivo. El tradicional discurso del rey, que en años anteriores marcaba el inicio oficial del año legislativo, se convierte ahora en un acto de alto riesgo político.
Hasta el momento, ninguna declaración oficial ha confirmado si Mohammed VI hablará más tarde o cancelará por completo su intervención. La incertidumbre se mezcla con especulaciones sobre qué medidas el soberano podría estar dispuesto a adoptar para apaciguar la crisis.
Este movimiento joven pone además en jaque la estabilidad política del país. Las demandas plantean cuestionamientos sobre el sistema de gobierno y la gestión económica, mientras que la calle presiona con una voz coordinada y persistente.
Casablanca fue epicentro de la última gran manifestación el pasado domingo 5 de octubre, y desde entonces las calles se mantienen activas con protestas diarias y un ambiente de confrontación latente.
Mohammed VI deberá decidir entre mantener la linea institucional o responder con concesiones a las voces que piden un cambio. El reloj corre y el país aguarda noticias que podrían marcar un giro histórico.
Seguiremos informando en vivo sobre la evolución de esta situación que mantiene en vilo a todo Marruecos.
