El voluntariado regular en Francia frenó su caída de la última década y repunta con fuerza, una buena noticia para las asociaciones que dependen de esos compromisos semanales.
Según el barómetro anual de Recherches & Solidarités, tras años de descenso, el porcentaje de franceses que dedican tiempo a una asociación todas las semanas subió del 9 % en 2024 al 11 % en 2025, lo que representa a más de 5 millones de personas.
En total, 13 millones de franceses se identifican como voluntarios en 2025, pero son los que regresan al compromiso semanal el motor imprescindible para las ONG, que valoran esta estabilidad.
“Los voluntarios semanales son la columna vertebral de las asociaciones”, dice Cécile Bazin, delegada general de Recherches & Solidarités.
Este repunte se explica en gran parte por el regreso de los seniors, que habían abandonado masivamente tras la pandemia por las restricciones y el confinamiento. Ahora, la jubilación les permite dedicar más tiempo y ellos lideran el aumento en el volumen del voluntariado regular.
Las asociaciones han adaptado su acogida y gestión de voluntarios, creando equipos para su integración y ofreciendo tareas diversificadas y responsabilidades progresivas, lo que mejora el compromiso y la satisfacción.
Una barrera persistente es la brecha educativa. El 57 % de los más formados (al menos Bac+2) se consideran miembros activos frente al 32 % entre los menos cualificados. Según Bazin, abrirse más a estos voluntarios y eliminar obstáculos económicos podrían ampliar aún más la base de voluntarios regulares.
La encuesta de base, realizada por Ifop en 2025 con 4.646 entrevistas más 20.000 testimonios, confirma que hay un cambio real pero requiere confirmación en los próximos años para consolidar la tendencia.
Las ONG y organizaciones sociales tendrán que seguir innovando para mantener el ritmo y aprovechar esta “luz de esperanza” que llega tras años de incertidumbre.


































