Marilou Touron-Lhomeau, estudiante de primera en el Lycée George Sand de Nérac, se prepara para el concurso de oratoria de las Rencontres Michel-Serres el 10 de noviembre en el Théâtre Ducourneau. A sus 16 años, esta joven no solo apunta a ganar sino a superar sus propios límites con la disciplina de una futura gendarme.
Su meta a largo plazo es integrar el prestigioso Grupo de Intervención de la Gendarmería Nacional (GIGN). “Me han dicho que es demasiado duro, que no lo lograré, pero solo escucho mi voz”, aseguró con convicción. Marilou ha sido seleccionada entre diez candidatos para representar a su liceo pese a no sentirse fuerte en francés ni en redacción, lo que la ha impulsado a redoblar el esfuerzo.
Su vídeo de presentación giró en torno al tema “atreverse”, reflejando su continua búsqueda de nuevos retos. La participación no le atemoriza, sino que la estimula: ya ha superado una selección para unirse al GIGN entre 50,000 participantes. Además, compagina los estudios con actividades en la base aérea de Mont-de-Marsan y el 48e régiment de transmissions d’Agen.
Practica boxeo y krav magá, competencias que refuerzan su mentalidad de no retroceder ante la adversidad. “El GIGN es la unidad que actúa cuando todos retroceden, y eso es lo que me gusta”, dijo. Su discurso en el concurso se basa en una frase de Michel Serres: “Las cosas han cambiado, pero no para peor”. Habla sobre la inteligencia artificial y la desconexión de la realidad provocada por el exceso de tiempo frente a las pantallas.
Marilou no olvidó homenajear a quienes trabajan para los demás: personal sanitario, bomberos e enfermeros, a quienes considera esenciales para la humanidad del futuro. Reconoce el estrés que conlleva competir ante el público, pero lo transforma en adrenalina positiva.
Esta joven de Nérac representa un perfil poco común entre los candidatos a concursos de oratoria: alguien que combina fuerza física, ambición profesional y sensibilidad social, lista para enfrentarse al escenario y a sus propios límites.
