Un frente de una treintena de organizaciones y miembros de la Universidad de Burdeos lanzó este miércoles una petición para poner fin a los vínculos de la institución con empresas consideradas cómplices del genocidio en Palestina. En menos de un día, la iniciativa reunió más de 600 firmas, entre estudiantes, docentes y personal administrativo.
El reclamo apunta contra la Fundación Burdeos Universidad, que mantiene acuerdos con gigantes del sector militar como Safran, Thalès y Dassault, proveedores de tecnología para aviones, misiles y drones usados por el ejército israelí en la Franja de Gaza. Los firmantes denuncian que la universidad contribuye indirectamente al conflicto y llaman a una postura clara en defensa del pueblo palestino.
La petición también exige que se reanuden las evacuaciones para estudiantes palestinos, bloqueadas desde el 1 de agosto por el gobierno francés. Piden además que la universidad garantice becas y alojamiento para que estos jóvenes puedan continuar con sus estudios en Burdeos.
Entre las organizaciones que impulsan la campaña destacan sindicatos estudiantiles como UNEf y Union Étudiante, sindicatos docentes como SUD Éducation y CGT FERC-Sup, así como colectivos feministas y antifascistas. También participan asociaciones pro-palestinas como Education avec Gaza, Stop Arming Israel y UJFP.
Una treintena de docente, investigadores y personal de la universidad suscribieron el texto, alertando que la alianza con el complejo militar-industrial pone en riesgo la integridad ética y académica del centro, subordinando la educación a intereses estratégicos de rearmamento.
La movilización coincide con protestas en otras universidades francesas y con la convocatoria a huelga general en España este 15 de octubre, en un contexto político tenso por el apoyo del gobierno francés a la estrategia actual en Gaza y al plan de Estados Unidos para la región.
El nombre de la Universidad de Burdeos en esta controversia aumenta la presión sobre las autoridades académicas para que se posicionen y revisen sus alianzas corporativas. De momento, el rectorado no ha emitido respuesta pública.
La petición es un llamado a articular la resistencia en los campus y más allá, buscando la unión con el movimiento obrero para forzar la ruptura con las empresas armamentistas y terminar con la complicidad en la crisis palestina.
