Una nueva exposición inédita sobre el Titanic abrirá en Lyon, en La Sucrière, desde el 30 de septiembre hasta el 4 de enero, ofreciendo un viaje único por la historia del famoso paquebote.
Organizada por las empresas Tempora, Exhibition Hub y Fever, la muestra invita a los visitantes a vivir la tragedia del Titanic a través de reconstrucciones a tamaño real, más de 300 objetos auténticos, proyecciones 3D y, como pieza central, una experiencia inmersiva en realidad virtual.
El recorrido comienza con la construcción del barco en 1909 en los astilleros Harland & Wolff de Belfast, obra del arquitecto naval Thomas Andrews. El Titanic, con sus 269 metros de largo y 28 metros de ancho, fue el barco más grande de su época y dejó una profunda huella en la historia.
La exposición muestra desde planos, fotografías y maquetas hasta anuncios originales de la travesía inaugural que partió de Southampton el 10 de abril de 1912, con más de 1300 pasajeros y 885 tripulantes, incluyendo al capitán Edward John Smith. Se reproducen escenas emblemáticas del barco, como la gran escalera, el restaurante de primera clase, la sala de radio donde se enviaron los avisos SOS, y cabinas.
No faltan referencias al famoso filme de James Cameron, pero la exposición destaca por la calidad y detalle de sus decorados y artefactos. Entre estos, hay piezas recuperadas de la tragedia, algunas rescatadas del agua por sobrevivientes, otras del pecio y hasta objetos vinculados a los barcos hermanos del Titanic, el Britannic y el Olympic.
Un segmento impactante está dedicado al iceberg que chocó contra el Titanic, cuya procedencia de Groenlandia se explica con mapas y audio. La exhibición detalla las cadenas de errores que llevaron al desastre, desde la velocidad excesiva hasta la falta de binoculares para la tripulación.
La experiencia más intensa sucede en un bote salvavidas realista rodeado por un pantalla de 360 grados donde se revive el hundimiento con imágenes digitales y telegramas auténticos que muestran la llegada tardía del Carpathia, cinco horas después del choque. El ambiente se vuelve sobrecogedor con sonidos y objetos flotantes que narran los últimos minutos ante el hielo mortal.
Tras esta inmersión trágica, los visitantes atraviesan salas con vídeos, objetos y perfiles de pasajeros famosos y anónimos, terminando con una experiencia 4DX y la famosa realidad virtual. Con un casco VR, se puede explorar la nave desde todos los ángulos y ver la épave reconstruida digitalmente.
Esta exhibición es una de las colecciones más completas y detalladas sobre el Titanic reunidas hasta ahora, aportando tanto emoción como datos históricos. Lyon será punto de encuentro para quienes aún sienten fascinación por uno de los naufragios más célebres del mundo.
