Ferrari no se muerde la lengua al referirse a los deportivos eléctricos chinos: los llama “elefantes”. Gianmaria Fulgenzi, jefe de producto de la marca italiana, afirmó en una entrevista con AutoExpress que aunque estos coches eléctricos tienen potencias exageradas, superando los 2.000 caballos, lo hacen a costa de un peso descomunal y grandes baterías.
“Es muy fácil sacar potencia con motores eléctricos, pero dónde está el truco? Requieren motores muy grandes y baterías enormes. Esas máquinas son elefantes”, dijo Fulgenzi sin tapujos, dejando claro el escepticismo de Ferrari sobre la filosofía de estas máquinas chinas.
La Ferrari Illettrica, un modelo eléctrico que la firma prepara, tendrá más de 1000 caballos gracias a sus cuatro motores eléctricos y una batería de 122 kWh. Pero de entrada, esa cifra queda corta frente a monstruos como la Xiaomi SU7 Ultra, que supera los 1500 caballos, o la Yangwang U9 Xtrem, que ostenta una potencia brutal de 3018 caballos.
Esta discusión refleja la presión que sufre Ferrari, especialista histórico en motores térmicos, frente a la explosión de marcas asiáticas dispuestas a competir a golpe de números y potencia bruta en el mercado eléctrico. Ferrari apuesta por un equilibrio entre potencia, manejo y tradición deportiva, mientras acusa a los competidores chinos de priorizar músculo sin alma.
El debate está servido. Ferrari seguirá adelante con su Illettrica, confirmando que entrará en la era eléctrica pero manteniendo su enfoque clásico. Mientras tanto, los chinos continúan revolucionando el sector con modelos cada vez más agresivos en términos de potencia y tecnología.
Los próximos meses serán clave para ver si Ferrari logra reconciliar su legado con la nueva era eléctrica o si estos “elefantes” asiáticos le marcan el ritmo.
