Los trenes nocturnos que conectan París con Berlín y Viena dejarán de operar a partir de mediados de diciembre. La medida afecta directamente a Estrasburgo, ciudad clave en estas rutas, donde usuarios y políticos locales expresan su descontento y sorpresa.
Quentin, usuario frecuente del tren nocturno París-Berlín por viajes de trabajo, explicó a Europa 1 que la desaparición de estos servicios es un retroceso. “Es práctico porque sales de noche y estás listo para el día siguiente, sin preocuparte por el peso del equipaje o las esperas del avión. Y sale más barato que volar y pagar hotel”, dijo.
El presidente de la asociación de usuarios del transporte del Suroeste de Alsacia y miembro de la Fnaut, Florent Manrique, contradice la justificación oficial para cerrar las líneas. Afirma que en 2024 estos trenes alcanzaron un promedio de ocupación del 70%, con más de 66.000 pasajeros registrados, señal de una demanda sólida y creciente.
“Todas las condiciones estaban dadas para que este servicio se expandiera y no para que se suprima”, señaló Manrique, calificando la decisión de “incomprensible”.
La clase política en Estrasburgo no oculta su molestia. El concejal de Los Republicanos, Jean-Philippe Vetter, envió una carta al ministro de Transportes para exigir explicaciones. Criticó la contradicción entre discursos ecológicos y europeos y la retirada de apoyo estatal a este medio sostenible.
“Cuando hay que hacer un esfuerzo y el Estado debe responder, se retira”, lamentó Vetter en Europa 1.
La polémica ya moviliza a la sociedad civil. El colectivo “Oui au train de nuit!” lanzó una petición que suma cerca de 50.000 firmas. Aun así, el fin de las líneas está fijado para el 14 de diciembre. La eliminación deja sin opciones nocturnas directas a miles de viajeros que valoran este servicio por su confort y economía.
Este anuncio genera un choque entre planes políticos y necesidades reales de movilidad y sostenibilidad en la región. Seguiremos informando sobre posibles reacciones y alternativas para los usuarios afectados.
