Sébastien Lecornu, primer ministro francés, acaba de anunciar un recorte drástico en las partidas de comunicación del Estado para este año y el próximo.
Desde hoy y hasta finales de 2025, queda congelado cualquier nuevo gasto en campañas de comunicación estatal, excepto las relacionadas con salud pública y reclutamiento de funcionarios, según un comunicado oficial de Matignon.
Las campañas que ya cuenten con contratos firmados seguirán su curso normal, pero ninguna iniciativa nueva verá la luz en los próximos siete meses. Esta decisión forma parte de la misión “Estado eficaz”, lanzada la semana pasada para revisar y optimizar el gasto público de cara al presupuesto 2026.
En 2024, el gasto en comunicación del Estado alcanzó los 440 millones de euros. El bloqueo de gastos hasta fin de año generará un ahorro inmediato de al menos 50 millones de euros, asegura el gobierno. La meta a medio plazo es reducir un 20% este presupuesto.
El comunicado destaca que los recursos de comunicación solo deben destinarse ahora a políticas con impacto directo en los ciudadanos. Esta medida se enmarca en un esfuerzo gubernamental más amplio para bajar el “tren de vida del Estado”, una consigna repetida ante la opinión pública preocupada por el gasto público.
La restricción en comunicación llega tras un decreto reciente que eliminó los últimos privilegios “de por vida” para ex primeros ministros, como uso de vehículos oficiales, chófer y seguridad policial.
Con Lecornu en Matignon, esta es una de las primeras medidas claras que afectan el presupuesto, apuntando a recortes concretos en un área que tradicionalmente ha sido criticada por ser poco controlada y sobrecostosa.
El seguimiento de esta misión y su impacto en el próximo presupuesto será clave para evaluar el compromiso real del Ejecutivo en la reducción del gasto público en un contexto económico ya complicado para Francia.
