El gobierno de Camerún y el partido en el poder, el RDPC, rechazaron este 14 de octubre la autoproclamación como ganador de las presidenciales del 12 de octubre realizada por el opositor Issa Tchiroma Bakary.
El ministro de Administración Territorial, Paul Atanga Nji, calificó la declaración de “impostura” e “acto irresponsable” que viola el marco legal electoral. Lo definió como una “démarche conspirationniste” destinada a “perturbar un proceso electoral que se desarrolla con normalidad”.
Atanga Nji advirtió que el orden público será “asegurado, mantenido y reforzado en todo el territorio nacional” para que los comicios se realicen sin incidentes. Además, anticipó que la actitud del candidato opositor será “tratada con rigor y firmeza” y sentenció: “La fuerza permanecerá con la ley”.
Desde el 12 de octubre, la ciudad de Garoua, bastión de Tchiroma Bakary, vive en tensión tras el despliegue de gendarmes cerca de su domicilio. Este movimiento, percibido como intimidación, desató choques que dejaron un gendarme muerto y un vehículo de las fuerzas de seguridad incendiado.
Por su parte, el RDPC calificó de “grotesco canular” la proclamación de victoria de Tchiroma y denunció la usurpación de funciones del Consejo Constitucional. Según una declaración firmada por Jacques Fame Ndongo, ministro y secretario nacional de Comunicación del RDPC, solo los resultados oficiales validados por los partidos y el consejo pueden ser considerados.
El comunicado denunció la divulgación de “cifras prefabricadas” y acusó a Tchiroma de un “violento atentado contra las conciencias” y de orquestar una “vasta escroquería política” con fines “inconfesados”.
El partido gobernante llamó a la población a mantener la calma, serenidad y vigilancia ante esta provocación, reiterando su apoyo al presidente Paul Biya, en el poder desde hace más de 40 años.
En medio de la crisis, el país se mantiene bajo estricta supervisión policial para evitar nuevas escaladas de violencia mientras el proceso electoral sigue en curso.
