Guinea impulsa su proceso electoral tras años de incertidumbre. El referéndum constitucional se celebró a finales de septiembre y ahora el país mira hacia la elección presidencial programada para el 28 de diciembre, confirmando la fecha pese a rumores de posibles retrasos.
Mamadi Doumbouya, presidente de la transición y exmilitar, ha despejado el camino para su eventual paso a un mandato civil mediante estos comicios. Los legislativos previstos inicialmente para concluir el año fueron pospuestos, pero la presidencial se mantiene firme, rompiendo escepticismo instalado en círculos políticos de la capital, Conakry.
En mayo, Bah Oury ya había adelantado que ambas elecciones se realizarían antes de fin de año, algo que muchos dudaban. Sin embargo, el gobierno de transición liderado por el primer ministro supo imponer ese calendario sin mayor novedad.
El contexto político de Guinea es complejo. Tras años de crisis e inestabilidad, esta transición busca legitimarse ante la comunidad internacional y la sociedad local. El referéndum fue clave para modificar la Constitución y allanar el camino hacia un proceso electoral regularizado.
Doumbouya, rodeado de militares pero con mirada puesta en la institucionalización democrática, aparece como protagonista principal de esta etapa decisiva. El foco ahora está en el 28 de diciembre, fecha en que se decidirá si la transición concluye con una verdadera transferencia de poder a civiles electos.
Esta hoja de ruta electoral, si se cumple, podría abrir para Guinea una ventana hacia mayor estabilidad política después de años de gobiernos interinos y golpes de estado.
