El 1 de noviembre, un pescador encontró el cuerpo mutilado y abandonado a orillas del río Saône, en Haute-Saône. Las autoridades pudieron identificar a la víctima: Paul-André S., un hombre de 75 años, residente en el hameau du Château, Sainte-Croix (Suiza).
Los gendarmes confirmaron que el cadáver corresponde al septuagenario que vivía solo en una vieja casa de dos pisos, conocida por los vecinos como “el antiguo colegio”. Allí, Paul-André S. trabajaba en su taller, fabricando pequeñas piezas para una pequeña empresa local.
Los habitantes del hameau describen a Paul-André como “gentil, activo y sonriente”, un hombre sin problemas previos conocido por su discreción y su vida tranquila.
Las circunstancias del asesinato y desmembramiento aún no están claras, pero la investigación está en marcha y la policía judicial se ha hecho cargo del caso. No se han divulgado sospechosos por el momento.
Este hallazgo ha conmocionado a la comunidad local, donde el septuagenario era una figura respetada y valorada por su actividad y buen carácter. Las autoridades piden cualquier información que pueda ayudar a avanzar en la pesquisa.


































