La región de Hauts-de-France se lanza a la ofensiva para convertirse en un pilar clave de la industria francesa de Defensa, aprovechando el reciente aumento de la inversión militar anunciado por el presidente de la República.
Más de 250 representantes de empresas de la región se reunieron el 24 de junio en Chantilly (Oise) para las primeras Asambleas Regionales de Defensa. El objetivo: captar los recursos y posicionar a Hauts-de-France como motor industrial en un sector históricamente dominado por zonas del sur y oeste de Francia.
Xavier Bertrand, presidente regional, fue claro: tras crear la “Valle de la eléctrica” y la de los centros de datos, Hauts-de-France debe convertirse en referente en Defensa. La región cuenta con capacidad, recuerda Christophe Gaquière, cofundador de la PME MC2 Technologies, pero debe recuperar terreno.
La industria militar local incluye 150 empresas entre pymes y ETI que trabajan directa o indirectamente para la Defensa. La gran mayoría están en el Norte, con líderes como Dassault Aviation en Seclin y Thalès en Lambersart, junto con firmas emergentes como MC2 Technologies y Turgis Gaillard.
Para acelerar esta transformación, Hauts-de-France firmó una carta de intención con el Estado y los actores económicos locales. La región destinará 100 millones de euros en los próximos 12 meses para formación y adaptación de empresas, y planea invertir más de 250 millones antes de 2028.
Philippe Hourdain, presidente de la Cámara de Comercio regional, defendió la alianza público-privada que busca estructurar la vocación militar. Empresas como la Turgis Gaillard, que adquirió la sociedad local LTM para fabricar drones militares, y MC2 Technologies, que prepara un edificio de 4.000 m² para duplicar producción, ilustran el impulso.
El aumento de pedidos y la apertura de proyectos como el drone “Aarok” reflejan el crecimiento en la región. MC2 espera pasar de 13,5 a 16 millones de euros en facturación, con planes para crecer en guerra electrónica.
Pero el sector también despierta desafíos. Muchas empresas, especialmente las del automóvil o la metalurgia, miran hacia Defensa para diversificarse tras crisis sectoriales. No obstante, la Dirección General de Armamento advierte que no todos podrán acceder a los mercados, y que la Defensa no es un “eldorado”.
“La Defensa es un sector serio, no un eldorado para todos”, dijo Emmanuel Chiva, delegado general para la Armamento en Chantilly.
Para evitar dificultades a las pequeñas y medianas empresas que desean ingresar, se trabaja en un programa tipo “guichet unique” para facilitar trámites y formación. Corinne Molina, del grupo Mäder, insiste en simplificar procesos para que “no sea un camino de obstáculos”.
El Estado reforzará también el acompañamiento financiero. Se calcula que las pymes y ETI necesitarán movilizar hasta siete mil millones de euros en cinco años para afrontar pedidos de unos 17.5 mil millones en el sector de Defensa.
El ministro Sébastien Lecornu subrayó que será necesario diversificar el tejido empresarial de Hauts-de-France para afrontar la revolución que implica la modernización militar. Empresarios locales, universidades y Estado deberán coordinar, pero las señales y recursos ya están en marcha.
