Un hombre de 56 años fue detenido en Bouc-Bel-Air, cerca de Marsella, tras recibir un paquete con una muñeca sexual de aspecto infantil proveniente de China. El arresto fue confirmado por el fiscal de Aix-en-Provence, que anunció la apertura de una investigación penal y social para determinar posibles riesgos para niños en su entorno.
El individuo, condenado previamente por agresión sexual, reconoció haber encargado la muñeca con fines sexuales. El caso ha desatado un fuerte despliegue judicial y social, con la ministra de la Infancia, Sarah El Haïry, subrayando la gravedad del asunto y la urgencia de actuar sin concesiones contra estos comportamientos.
«Proteger la infancia, es actuar rápido y sin debilidad. Compradores y delincuentes sexuales, los estamos vigilando y no los soltaremos», afirmó la ministra.
La Policía interceptó el paquete tras la alerta de empleados de la empresa de mensajería que descubrieron la naturaleza del contenido. Las autoridades han solicitado el control judicial inmediato del sospechoso y afirmaron que cada caso similar será investigado exhaustivamente para evitar la exposición directa o indirecta de menores.
Este arresto ocurre justo cuando la Fiscalía de París abrió una investigación sobre plataformas en línea como Shein y AliExpress, acusadas de facilitar la venta de muñecas sexuales con apariencia infantil. Aunque el paquete confiscado no provino de estos sitios, la polémica ha reavivado el debate sobre la responsabilidad de las grandes empresas de comercio electrónico.
En Francia, la fabricación y venta de estas muñecas constituye un delito según el artículo que regula la distribución de imágenes o representaciones pornográficas de menores, con penas de hasta cinco años de cárcel y multas de 75.000 euros. Los compradores condenados pueden ser inscritos en el FIJAIS, base que centraliza los antecedentes penales de agresores sexuales, especialmente para proteger a menores.
Los últimos días han visto un aumento en la interceptación de estos productos, lo que según El Haïry marca una línea roja infranqueable por el Estado. La investigación social en torno al detenido tiene como objetivo asegurar que ningún menor haya estado expuesto o en contacto con él.
Este caso, difundido inicialmente por Le Parisien y confirmado por actu Marseille, demuestra la creciente vigilancia de las autoridades frente a este fenómeno preocupante que desafía la dignidad humana y la seguridad infantil.


































