Un incendio declaró alrededor de las 13:30 del sábado 25 de octubre en Monsireigne, en la Vendée, devoró la cubierta de un pavillon de unos 100 m² en cuestión de quince minutos. El fuego ardió con tal rapidez que la estructura del techo terminó por derrumbarse, dejando la vivienda inhabitable.
Los tres ocupantes, un matrimonio y su hijo, lograron salir a tiempo gracias a que unos vecinos alertaron sobre el incendio. No hubo víctimas ni heridos, confirmó el servicio departamental de bomberos. En total, 15 sapeurs-pompiers respondieron con tres mangueras para controlar las llamas.
La casa afectada está ubicada en la rue des Ormeaux. El alcalde de Monsireigne, Michel Gaborit, fue testigo en el lugar y afirmó:
“No se dieron cuenta del incendio, fueron los vecinos quienes vieron que quemaba en la cubierta. Pudieron salvar algunos papeles y muebles.”
Los bomberos consiguieron apagar el fuego, pero el daño causó la pérdida total de la cubierta. La policía judicial de la brigade de Pouzauges abrió una investigación para determinar el origen del siniestro.
Por ahora, el matrimonio y su hijo fueron alojados temporalmente por familiares en Chantonnay. La municipalidad les ofrece dos alojamientos de emergencia en la comunidad de comunas del Pays de Pouzauges, donde podrían quedarse si lo requieren.
Un reporte actualizado está previsto para el lunes 27 de octubre para evaluar la situación de los afectados y los daños.
El rápido despliegue y la colaboración vecinal evitaron tragedias en este incendio que consumió la vivienda pero sin causar pérdidas humanas.

































