Un informe independiente de CEDAET entregado el 23 de octubre al Comité Social y Económico (CSE) de France Télévisions pone en evidencia graves disfunciones internas en el gigante público audiovisual francés. Diversos empleados denunciaron prácticas de acoso, discriminación y una gestión “autoritaria y elitista” que deteriora su salud mental y física.
El estudio surge luego de una alerta emitida por la Société des Journalistes (SDJ) de France 3. Fueron varias las voces dentro del grupo que alertaron sobre un “malestar profundo y extendido”, provocando la intervención del CSE ante el riesgo grave que representa esta situación.
Según el informe, la fusión de las redacciones nacionales de France 2 y France 3 solo empeoró el clima laboral. En lugar de reinventar el modelo editorial, se impuso una estructura más jerárquica, autoritaria y elitista típica de France 2, rechazando el espíritu previo de France 3.
Los testimonios recogidos describen un ambiente de trabajo brutal y hostil donde el acoso y las humillaciones verbales son comunes. “La dirección parece promover un acoso organizado y vertical, que no deja espacio para la libertad editorial ni personal, eliminando a quienes se destacan”, aseguró un periodista.
El informe subraya riesgos psicosociales graves para el colectivo: pérdida de autonomía, degradación del reconocimiento profesional, división interna y síntomas físicos ligados al estrés, como conductas adictivas y retraimiento social. Periodistas tanto hombres como mujeres sufren estas condiciones, que alimentan un círculo vicioso de marginalización.
Directivos y responsables del grupo, bajo la presidencia de Delphine Ernotte, son señalados directamente por permitir este clima tóxico, denunciaron fuentes internas. Además, CEDAET reportó dificultades para obtener información de la dirección durante la investigación.
“Veo colegas aterrados, que se someten al acoso por miedo a represalias, con escenas de humillaciones regulares en la redacción”, declaró un empleado.
En respuesta, la CGT de France Télévisions exigió una reforma urgente. En comunicado, los sindicatos tacharon el informe de “bomba que pone en jaque una fortaleza construida en lógica sectaria” y pidieron cambios profundos para salvar la organización.
El nuevo informe añade un grave problema para France Télévisions, que aún debe digerir la polémica del caso Legrand-Cohen. En medio de una crisis interna que amenaza la estabilidad del grupo, la presión por reformar sus métodos crece y el reloj corre.

































