Diez personas enfrentan juicio en el Tribunal Correccional de París por divulgar falsas acusaciones transfóbicas contra Brigitte Macron. El tribunal tuvo que cambiar la sala a una más grande ante el interés masivo de medios y público que llegó este lunes para seguir la audiencia.
Los acusados, que incluyen desde un galerista parisino hasta un profesor y un político local, están imputados por ciberacoso tras compartir mensajes que difundían la mentira de que la primera dama es una mujer transgénero, a menudo combinados con insultos y acusaciones sin pruebas, incluyendo pedofilia.
En la primera ronda de testimonios, los imputados minimizan la gravedad de sus actos y apelan a la libertad de expresión y al humor. Jérôme Amiot, un informático de 49 años, declaró:
“Me pregunto qué hago aquí, por unos tweets pueden enviarnos a prisión”.
Asegura que sus publicaciones apenas fueron vistas más que por investigadores.
Jérôme Claveri, otro acusado, defendió los tuits ofensivos afirmando que buscan “informar” con un tono satírico similar a Charlie Hebdo. Reconoció que podrían lastimar, pero dijo que “es factual”.
Jean-Luc Montégut, un concejal rural arrestado en una redada administrativa en diciembre tras retuitear algunos mensajes, criticó la actuación policial:
“Es un uso desproporcionado de la fuerza pública”.
Montégut dijo que solo difundió “cuatro o cinco tweets” y negó el acoso.
Entre los nombres mediáticos está Delphine J., conocida en el entorno conspirativo como Amandine Roy. Ella ha encadenado múltiples procesos legales, algunos abiertos aún, y esta semana optó por el silencio en la audiencia. Confesó estar endeudada por 44 000 euros y denunció ser víctima de ciberacoso tras la difusión del caso.
También se presentará ante la justicia este martes Aurélien Poirson-Atlan, alias “Zoé Sagan”, que acumula cientos de horas de interrogatorios y fue vigilado por difamación contra otras figuras públicas. Admitió que la broma contra los Macron fue de “mal gusto” y que teme que el caso le perjudique personalmente y a su familia.
La familia Macron continúa el proceso legal con firmeza. La hija de Brigitte, Tiphaine Auzière, tiene previsto testificar el martes para reforzar la acusación contra los propagadores de rumores y ataques en redes.
Los imputados arriesgan hasta dos años de prisión por delitos de difamación y acoso digital.


































