Kiev y nueve regiones de Ucrania quedaron sin electricidad este viernes tras un ataque masivo ruso que combinó cientos de drones con decenas de misiles. La ofensiva afectó infraestructuras energéticas críticas, provocando apagones extensos que alcanzan el este, sur, norte y centro del país.
La policía reportó la muerte de un niño de siete años en la región de Zaporijjia y 29 personas heridas. Ukrenergo, el operador eléctrico nacional, confirmó cortes de energía para “un número significativo de usuarios” incluyendo la capital. La empresa privada líder del sector, DTEK, advirtió que los equipos de varias centrales térmicas resultaron “gravemente dañados”.
La primera ministra Ioulia Svyrydenko calificó la ofensiva como “una de las más grandes concentradas contra instalaciones energéticas”, aunque aseguró que la electricidad ya fue parcialmente restablecida en Kiev. El ejército ucraniano afirmó que Rusia lanzó 465 drones y 32 misiles, de los cuales derribaron 405 y 15 respectivamente.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, confirmó problemas en el suministro eléctrico y también en la red de agua potable. El servicio del metro en la margen derecha del río Dniéper fue suspendido, una medida excepcional ante los daños.
“Desde hace semanas, los rusos intentan sumir al país en la oscuridad”, denunció el presidente Volodymyr Zelensky. Pidió a Occidente reforzar las defensas antiaéreas y aplicar sanciones “decisivas” para frenar la campaña rusa de sabotajes.
El sistema de gas también está en riesgo tras los ataques. La producción interna ya había caído a la mitad el invierno pasado debido a bombardeos. Kiev teme recurrir a importaciones más costosas, aumentando la presión económica y social con la llegada del frío.
Mientras la situación empeora, se intensifican las evacuaciones en el este, donde combaten fuerzas ucranianas y rusas. En Sloviansk, la ciudad del Донбас, el alcalde Vadym Lyakh recomendó a ancianos y niños abandonar la zona ante un invierno que pronostica “extremadamente duro”.
Ucrania responde con ataques precisos sobre infraestructura rusa, como refinerías y una central eléctrica en la región de Belgorod, fronteriza con Ucrania. Esto ha provocado un aumento de los precios de combustible en Rusia, con una escasez estimada del 20% según Zelensky.
Además, una delegación encabezada por la primera ministra Ioulia Svyrydenko viajará a Estados Unidos esta semana para negociar apoyo en energía y defensa antiaérea, en medio de la escalada bélica. La tensión crece con el invierno acercándose y Moscú intensificando su campaña para “sembrar caos” en la población ucraniana.
