La Global Sumud Flotilla fue detenida esta noche por el ejército israelí cuando intentaba romper el bloqueo a Gaza y llevar ayuda humanitaria. En paralelo, las fuerzas israelíes intensifican la ofensiva en el norte de la franja con una invasión terrestre y bombardeos continuos, desplazando a la mayoría de la población hacia el sur y agravando la crisis humanitaria.
En respuesta, los sindicatos de trabajadores portuarios en Génova, Italia, declararon una huelga general para condenar la detención de la flotilla, mientras los estudiantes tomaron el control de sus campus por toda Italia. Similar eco se escucha en Cataluña y el País Vasco, donde sindicatos también llaman a paros en apoyo a Palestina.
En Francia, la movilización estudiantil en protestas el 10 y 18 de septiembre abre un camino que los activistas quieren empujar hacia un movimiento de huelga real. Organizaciones estudiantiles exigen acciones concretas de los sindicatos nacionales, que hasta ahora se limitan a declaraciones. Critican la postura del presidente Emmanuel Macron, tildándola de hipócrita: por un lado reconoce Palestina, pero por otro continúa apoyando el bloqueo y reprime las expresiones solidarias en universidades.
Desde el 1 de agosto el gobierno francés bloquea la evacuación de estudiantes palestinos refugiados, y las manifestaciones en universidades son reprimidas bajo la excusa de una ley contra el antisemitismo que, según los grupos, solo busca silenciar y amedrentar.
Los colectivos estudiantiles – entre ellos Le Poing Levé, Comités Palestina de Dauphine, Sorbonne y Lyon, la Fédération Syndicale Étudiante y varias ramas de Solidaires Étudiant.e.s – llaman a bloquear universidades y calles hasta que se libere a todos los miembros de la flotilla. También exigen la ruptura inmediata de cualquier vínculo de sus instituciones con empresas vinculadas al ataque contra Palestina y la acogida sin condiciones de refugiados.
Este conflicto, que ya lleva 76 años, vuelve a estremecer Europa con una ola de solidaridad que las autoridades francesas no parecen dispuestas a contener. La represión y el bloqueo continúan mientras la crisis humanitaria en Gaza se agrava a diario.
