Mientras el verano se despide, la berenjena sigue dominando los mercados franceses con sus múltiples variedades: negra, morada, verde o blanca. Este vegetal versátil y carnoso no solo reemplaza la carne en guisos y grillados, sino que encuentra en la caponata siciliana su máxima expresión.
La caponata, tradicional plato mediterráneo de origen siciliano con influencias árabes, combina berenjenas con tomates secos, aceitunas negras, alcaparras, pasas y vinagre de vino tinto. El resultado es un equilibrio perfecto entre dulce, salado y ácido que resalta la generosidad del vegetales de otoño.
La receta, sugerida por la chef Beth Dooley, recomienda preparar la caponata un día antes para que se fusionen los sabores. El paso a paso inicia con berenjenas doradas en abundante aceite de oliva. Luego se saltean cebolla, ajo y hinojo para aportar textura y aroma. Se añaden tomates secos con aceite, aceitunas, alcaparras, pasas, una hoja de laurel, pimiento rojo triturado y el vinagre, que da un toque ácido imprescindible.
La mezcla final se cocina a fuego lento hasta que los vegetales están tiernos y ligeramente caramelizados. Un toque de azúcar moreno ajusta el sabor antes de dejarla reposar a temperatura ambiente.
Se recomienda servir la caponata sobre crostini con quesos frescos como ricotta, mozzarella o queso de cabra, o acompañando pescados y aves asadas. Su versatilidad y capacidad de conservarse semanas en frigorífico la convierten en una opción práctica y deliciosa para la mesa de otoño.
Este plato refleja la riqueza y el carácter vibrante de la cocina mediterránea, simple pero lleno de sabor. En Francia, donde el interés por las preparaciones tradicionales y mediterráneas no deja de crecer, la caponata se posiciona como una alternativa sabrosa para aprovechar la temporada baja de la berenjena.
En mercados y tiendas gourmet, la berenjena mantiene su estatus como ingrediente estrella para recetas de fin de temporada, con la caponata destacando entre las más celebradas.
