La Confederación Paysanne, tercera fuerza sindical del sector agrícola en Francia, ha llamado a una gran manifestación en París el próximo 14 de octubre para protestar contra el acuerdo comercial Mercosur.
La fecha coincide con el juicio de dos activistas detenidos tras una acción contra los grandes cerealeros el año pasado, un símbolo para la organización. Pero el rechazo va más allá del corporativismo: forman parte del mismo acto ONG, sindicatos de trabajadores y asociaciones ecologistas, unidos en su rechazo total a los tratados de libre comercio.
«Todos los acuerdos de libre intercambio son a rechazar», afirmó la Confederación Paysanne, que ve en estos tratados una amenaza para una agricultura local, sostenible y la soberanía alimentaria.
Esta postura se alinea con una creciente inquietud pública sobre la calidad alimentaria y la protección de los productores nacionales. Aun así, el sector agrícola francés está dividido en tácticas: mientras la Confederación apuesta por una gran manifestación, la FNSEA y los Jeunes Agriculteurs optan por acciones más dispersas y locales desde el 26 de septiembre.
El desacuerdo en la estrategia refleja fracturas internas, pero todos coinciden en la preocupación central: la competencia con la agricultura sudamericana parece imposible de afrontar para los productores franceses.
La Comisión Europea, por su parte, impulsa a los estados miembros para ratificar el acuerdo antes de fin de año, prometiendo «garantías robustas» para proteger a los ganaderos europeos.
Francia, oficialmente tranquila, sigue dudando ante la presión internacional y el temor a un conflicto social que pueda estallar si se aprueba el pacto sin concesiones claras.
