Una nueva estafa electrónica llamada “email bombing” está ganando terreno, según el último informe sobre ciberamenazas de Microsoft.
Esta técnica consiste en saturar la bandeja de entrada de la víctima con miles de registros en newsletters y servicios online para colapsar el sistema de filtros de correo. El objetivo: ocultar mensajes importantes como códigos de autenticación o alertas de fraude.
Esta saturación crea confusión y urgencia. Si la víctima no detecta a tiempo las señales de riesgo, un falso técnico se pone en contacto haciéndose pasar por soporte informático.
El estafador ofrece “ayuda” para corregir la supuesta vulnerabilidad detectada. Usa la dirección y el servicio real del usuario (como Gmail o Outlook) y puede actuar por mail, teléfono o apps como Teams.
Luego convence a la víctima para instalar un software de acceso remoto. Así obtiene el control total del dispositivo, instala malware y roba datos sensibles: contraseñas, números bancarios, información personal.
Microsoft alerta que este es un “truco bien armado” que puede dañar seriamente tanto a particulares como a empresas, en un contexto de aumento constante de ciberataques y filtraciones de datos.
Los expertos recomiendan no facilitar nunca acceso remoto a desconocidos y verificar cualquier contacto sospechoso con el servicio oficial.
Además, hay que evitar divulgar el correo en sitios poco fiables y no caer en enlaces de phishing. El fenómeno afecta a todos, desde usuarios particulares hasta grandes entidades como France Travail, Bouygues Telecom o Auchan.
Este método confirma que las amenazas digitales innovan para atacar sin levantar sospechas y aprovechar la confusión que generan.
El consejo más firme es mantener la calma y recurrir únicamente al soporte oficial, evitando caer en la trampa del falso soporte técnico.


































