La región Grand Est anunció esta semana un plan estratégico para apoyar la industria de defensa francesa hasta 2028, alineándose con el Ministerio de las Armadas. La iniciativa busca convertir la fuerte presencia militar y europea que caracteriza al territorio en un motor industrial clave.
Históricamente, la industria de defensa estuvo poco desarrollada en Alsacia y el este de Francia debido a su situación geopolítica. Durante décadas, con la amenaza siempre presente desde el este, no se instalaron fábricas de blindados, artillería o aeronaves en esta zona para evitar riesgos. Sin embargo, la ocupación militar nunca cedió: hoy el Grand Est alberga 23 regimientos, dos bases aéreas y varios estados mayores, sumando una dotación de 36,000 soldados activos.
Con esta base, la región busca ahora aumentar la fabricación y desarrollo tecnológico relacionados con la defensa, respaldando el empleo y la innovación. La hoja de ruta anunciada marcará las prioridades y recursos asignados hasta 2028, reforzando la cooperación con empresas del sector y centros de investigación.
En un momento de cambio europeo y tensiones internacionales persistentes, el Grand Est se posiciona como un enclave estratégico para Francia y la UE. La región destaca la ventaja competitiva que le da su proximidad a Alemania y el tejido militar presente, que favorece sinergias industriales y tecnológicas.
El plan no detalla aún cifras específicas de inversión, pero subraya el compromiso político en medio de un renovado interés nacional por fortalecer las capacidades de defensa y fabricación propia, ante un contexto global incierto.
La alianza entre la defensa territorial y la industria civil en Grand Est pretende así asegurar empleos, innovar en tecnologías militares y mantener la soberanía europea en sectores estratégicos. El seguimiento y evaluación del programa arrancarán en paralelo con el despliegue industrial y de infraestructura previsto.
