La Comisión Europea presentó el 8 de octubre una nueva estrategia LGBTIQ+ para 2026-2030 que incluye la controversia medida de permitir la autoidentificación de género sin restricciones de edad para menores.
El plan, financiado con fondos como AgoraEU con un presupuesto de 3,6 mil millones de euros y apoyado por programas como CERV y Horizon Europe, busca reforzar los derechos y la protección de las personas LGBTIQ+ en Europa de cara a 2030, ampliando especial atención a menores y jóvenes intersexos.
Entre las acciones previstas está la inversión en investigación y educación para reconocer necesidades específicas, como la alta tasa de intervenciones quirúrgicas no consentidas denunciada en el 57 % de menores intersexos.
El foco más polémico es permitir que los niños puedan autoidentificarse en cuanto a género sin límite de edad. La Comisión argumenta que esta medida tiene en cuenta múltiples factores para detectar vulnerabilidades, incluyendo orientación sexual, identidad de género, características sexuales, discapacidad o etnia.
Sin embargo, el rechazo es fuerte en la derecha europea. El diputado neerlandés Sebastian Kruis calificó la propuesta de “maltrato ideológico de los niños” y anunció lucha continua contra lo que llama una “obsesión malsana por la política identitaria”.
“Esto no es igualdad, es maltrato ideológico de niños envuelto en la bandera arcoíris” – Sebastian Kruis, eurodiputado
El 9 de octubre, una moción presentada por la eurodiputada alemana Christine Anderson para respetar las “distinciones biológicas” en deporte, sanidad y educación fue rechazada con 373 votos en contra, entre ellos la mayoría del centroderecha.
Anderson, del partido AfD, criticó a sus colegas conservadores que votaron en contra: “Demuestra que los democristianos son más de izquierda que conservadores y que quieren sacrificar a nuestros hijos al lobby trans”.
La estrategia utilizará el Fondo Social Europeo+ dedicado a la inclusión para financiar estas iniciativas, lo que ha generado críticas por el uso de fondos públicos hacia medidas controvertidas.
La UE apuesta a crear una “unión de la igualdad” donde cada persona sea libre de ser quien es, pero la división política y social aumenta, con un Parlamento polarizado alrededor del tema de la identidad de género infantil.
Esta propuesta llega en un contexto de debates intensos sobre derechos LGBTIQ+ y protección infantil en Europa, y promete continuar siendo foco de debate en los próximos meses.
