Laurence des Cars, directora del Museo del Louvre, fue escuchada hoy en la Comisión de Cultura del Senado francés para dar explicaciones tras el audaz robo ocurrido el domingo en la famosa galería Apollon. La institución sufrió el hurto de ocho piezas valiosas entre las que destacan el diadema de Eugenia, decorado con casi 2,000 diamantes, y el collar de la última reina de Francia, Marie-Amélie, además de la pieza ligada a Hortense de Beauharnais, madre de Napoleón III.
Nombrada en 2021 por Emmanuel Macron, Laurence des Cars se convirtió en la primera mujer al mando del museo fundado en 1793. Pero esta semana enfrenta duras críticas por las fallas en seguridad que permitieron el robo de estas joyas emblemáticas.
Des Cars permaneció en silencio hasta hoy, cuando debió responder sobre los protocolos de protección de la galería. Se espera que también explique las medidas que el Louvre aplicará para evitar nuevos incidentes. La presión política y mediática crece en torno a la gestión de una de las responsables culturales más destacadas de Francia, conocida por ampliar el acceso de niños y jóvenes al museo y por impulsar la devolución de obras saqueadas durante la Segunda Guerra Mundial.
Antes del Louvre, Des Cars construyó una carrera sólida en el Museo d’Orsay, donde fue conservadora y luego presidenta hasta 2021. Allí impulsó exposiciones relevantes como “Le Modèle noir”, que abordó con rigor temas sensibles y logró aumentar la afluencia de visitantes a 3,7 millones en 2019. También fue clave en la restitución de obras como el cuadro de Klimt “Rosiers sous les arbres” a descendientes de víctimas del nazismo.
Ahora, en pleno escándalo del robo, la atención recae sobre ella para clarificar cómo ladrones lograron vulnerar la seguridad y llevarse piezas insignes de la colección nacional. El Senado y público esperan respuestas concretas, mientras el Louvre trabaja para recuperar los objetos, cuyo valor histórico y material es incalculable.
