El primer ministro Sébastien Lecornu descartó ayer usar el controvertido artículo 49.3 para aprobar leyes sin votación en la Asamblea. La decisión, vista como un gesto de apertura al diálogo, fue aplaudida por su mayoría pero genera escepticismo en la izquierda.
Este sábado los dirigentes de Les Républicains (LR) se reúnen con Lecornu para decidir si su partido se integra al ejecutivo. La senadora Agnès Evren señaló que “es esta noche cuando sabremos” la decisión. El desenlace es crucial, pues Lecornu gobierna sin una mayoría clara y debe presentar su discurso de política general este martes a las 15 horas.
El Rassemblement National, liderado por Marine Le Pen, calificó de “más respetuoso con la democracia” el gesto de no usar el 49.3 pero afirmó que no supone una ruptura con el macronismo.
El encuentro de esta noche es la última oportunidad de cerrar un acuerdo con LR. Sin su apoyo, el gobierno seguirá en una posición débil frente a la oposición para impulsar su hoja de ruta. Lecornu se autodescribió como “el más débil de la Ve República” y debe convencer a la derecha para garantizar la estabilidad antes de su intervención en el hemiciclo.
La presión aumenta y el futuro del gobierno pende de las próximas horas, clave para la política francesa esta semana.
