El primer ministro Sébastien Lecornu anunció este viernes desde Matignon que renuncia a usar el controvertido artículo 49.3 de la Constitución para aprobar el presupuesto sin voto en la Asamblea Nacional.
Desde la reelección de Emmanuel Macron en 2022, la herramienta del 49.3 se ha usado para sacar adelante todos los presupuestos del país ante la falta de mayoría absoluta de la coalición gobernante. Ahora, Lecornu busca dejar atrás esta vía y abrir un espacio de diálogo con las fuerzas políticas opositoras.
“Dès lors que le gouvernement ne peut plus être en situation d’interrompre les débats, il n’y a donc plus aucun prétexte pour que ces débats ne démarrent pas la semaine prochaine”,
afirmó el jefe de Gobierno en un tono conciliador que busca frenar una posible moción de censura.
Para empezar, Lecornu recibe este mismo viernes a los representantes del Rassemblement National y de la izquierda para empezar a “bâtir des compromis”. La idea es negociar antes, durante y después de las sesiones parlamentarias para lograr acuerdos que eviten recurrir a la imposición.
El primer ministro anunció además que propondrá a Emmanuel Macron en los próximos días una lista de miembros del gabinete capaces de adoptar esta nueva fórmula de compartir el poder con la Asamblea Nacional.
Lecornu insistió en que el momento actual es “el más parlamentario de la V República” y subrayó que “no se puede pasar por la fuerza ni presionar a la oposición”.
Apuntó también a la responsabilidad de todos los actores políticos para “hacer un gesto que permita avanzar al país”. A los socialistas les lanzó un llamado a evitar posiciones binarias en materia fiscal y señaló que ofrecerá mejoras en la reforma de las pensiones, en temas ligados a la penosidad y a las mujeres.
Con la renuncia al artículo 49.3, Francia entra en una fase inédita para esta legislatura. Desde Matignon buscan evitar un bloqueo parlamentario y una posible caída del Gobierno frente a la Asamblea fragmentada y sin mayorías claras.
