L’Oréal anuncia una inversión cercana a 140 millones de euros para transformar dos de sus plantas ubicadas en la región del Aisne, Francia. En apenas un kilómetro de distancia, las fábricas de Saint-Quentin y Gauchy experimentan cambios importantes que marcarán la producción del grupo en Europa.
El sitio de Saint-Quentin, conocido como Soprocos, recibió una remodelación valorada en 70 millones de euros y que se desarrolla entre 2022 y 2026. Esta fábrica, con 60 años de historia y 310 empleados, fue seleccionada para fabricar la línea dermatológica CeraVe que L’Oréal adquirió en 2017 y que ahora abastece a todo el continente europeo.
El director general de operaciones, Antoine Vanlaeys, apunta que la planta fue elegida por “sus capacidades humanas y de transformación”. Se demolieron y reconstruyeron cerca de 4.600 m² para liberar espacio, sumando al global de 55.000 m². La producción se mantiene activa durante las obras, según explica el director de fábrica, Guillaume Delaplace.
La renovada planta ahora puede fabricar hasta 200 millones de unidades de cremas CeraVe anualmente. Esto exige nuevas instalaciones para mezclar ingredientes, con tres mezcladores de 20 toneladas cada uno, y cuatro líneas de envasado. Además, la planta adaptó sus procesos para reducir el impacto ambiental, incluyendo un sistema que reciclará en breve el 60 % del agua utilizada.
Paralelamente, la fábrica Fapagau en Gauchy, con 230 empleados, finaliza un proyecto de renovación y extensión de 4.250 m². Diseñada para la producción masiva de perfumes, la mejora permitirá duplicar la capacidad de fabricación antes de 2030. Se separará la zona de producción de los laboratorios, que estarán en la nueva extensión.
Estas inversiones consolidan la apuesta de L’Oréal por la región de Hauts-de-France, que ya cuenta con cuatro plantas del grupo, incluida una en Caudry dedicada a cremas y bases de maquillaje con cerca de 500 empleados, y otra en Lassigny centrada en maquillaje de lujo con 350 trabajadores.
En total, L’Oréal genera más de 1.500 empleos directos en Hauts-de-France y cerca de 3.500 indirectos, sumando unos 5.000 puestos vinculados a su actividad industrial en la región.
Con estas obras, L’Oréal fortalece su cadena de producción europea, mezcla innovación con sostenibilidad y apunta a crecer en el mercado de cosméticos dermatológicos y perfumes en plena recuperación tras la pandemia.
