Emmanuel Macron aseguró este viernes que sigue siendo posible encontrar un “camino de compromiso” para evitar la disolución de la Asamblea Nacional tras la reunión en el Elíseo con representantes de diversos partidos políticos.
El encuentro, diseñado como un debate de alto nivel, permitió, según el entorno presidencial, abrir perspectivas para la colaboración en un Parlamento fragmentado, debilitado por los últimos tropiezos de la mayoría oficialista.
Macron no precisó fechas ni perfil para el próximo jefe de gobierno, pero un miembro de su equipo aclaró que el nombramiento del nuevo Primer ministro se basará en esta base de diálogo y compromiso político. La prioridad es encontrar a alguien capaz de unir fuerzas más allá de las divisiones tradicionales y sostener un programa estable.
Durante semanas, el presidente ha buscado superar un bloqueo político que amenaza la gobernabilidad y evitar la disolución, escenario temido en el actual contexto parlamentario. Este proceso de consultas refleja la urgencia de construir una mayoría funcional tras los recientes revéses electorales.
La exclusión de formaciones como el RN y LFI de la reunión apunta a un intento de Macron por forjar un Ejecutivo más abierto, lejos de los extremos y con un gobierno capaz de gobernar sin depender de apoyos inestables.
Desde la cúpula presidencial, el mensaje es claro: la negociación y el compromiso son el único camino para no caer en el escenario de una disolución anticipada, que podría llevar a una crisis política mayor.
En paralelo, la oposición y aliados siguen evaluando cuál será el próximo paso político y la forma en que responderán al nuevo Ejecutivo, cuya configuración sigue siendo una incógnita a pocas semanas del nombramiento.
Por ahora, Macron mantiene abiertas las conversaciones y da señales de apostar por un gobierno centrista, pragmático y capaz de tejer alianzas para mantener la estabilidad hasta la próxima cita electoral.
