Francia está al borde de un cambio en Matignon. Sébastien Lecornu, primer ministro dimitente, dijo este miércoles que la situación política podría permitir a Emmanuel Macron nombrar un nuevo jefe de Gobierno en las próximas 48 horas.
Tras dos días de intensas negociaciones con partidos políticos, Lecornu aseguró en France 2 que ha informado al presidente que se aleja la posibilidad de disolver la Asamblea y que, por tanto, es posible avanzar rápido con el relevo en el Ejecutivo.
«He dicho al presidente que las perspectivas de disolución se alejan y que creo que la situación permite nombrar un primer ministro en las próximas 48 horas»
El ministro de Defensa y ex primer ministro evitó señalar nombres, dejando en manos de Macron la decisión final. Recalcó que el futuro primer ministro debe ser alguien sin ambiciones electorales para las presidenciales de 2027, descartando así a figuras con un perfil claramente político.
Durante la intervención, Lecornu no dejó de hacer referencias al discurso de Bayeux y la necesidad de estabilidad presidencial en un momento delicado para la Quinta República. Criticó la inestabilidad que él mismo vivió, marcada por ambiciones partidistas y la “traición” de Bruno Retailleau, exministro y líder de Los Republicanos.
El debate sobre el perfil que debe tener el nuevo primer ministro está abierto. Se baraja la opción de un gobierno de izquierdas o incluso un gobierno técnico, formado por expertos sin afiliación partidista, una fórmula que gana peso entre analistas y en medios.
Desde el comienzo de la semana, Macron guarda silencio sobre la crisis política y no ha hecho declaraciones públicas. Lecornu anticipa que el jefe del Estado hablará a la nación “en el momento oportuno”.
Un hecho seguro es que no habrá alocución presidencial en el 20 horas de mañana jueves, ya que Macron estará en la ceremonia de ingreso de Robert Badinter en el Panteón. Pero fuentes cercanas adelantan que el nombramiento del nuevo primer ministro podría anunciarse antes del fin de la jornada, posiblemente mediante un comunicado sencillo, sin esperar a la gran transmisión televisiva.
La incertidumbre en el Ejecutivo francés sigue alta, mientras la nación observa quién tomará las riendas de un Gobierno desgastado por la crisis y con pocas semanas para estabilizar el país antes de 2027. Macron tendrá que moverse rápido y firme para evitar que la inestabilidad política se agrave.
