Guinea aprobó una nueva Constitución el 21 de septiembre con un respaldo del 89 % en el referéndum, despejando el camino para que Mamadi Doumbouya aspire a la presidencia en las elecciones previstas para el 28 de diciembre. Aunque todavía no ha anunciado oficialmente su candidatura, el resultado del plebiscito es un fuerte impulso político para el actual líder de la transición.
Doumbouya, que tomó el poder tras un golpe de Estado, se mostró activo participando en el sufragio, lo que subraya su intención de consolidar un mandato civil tras años de inestabilidad en el país. Esta nueva Constitución marca el primer paso concreto para cerrar la etapa transicional iniciada después del golpe.
Los observadores internacionales y medios locales destacan la claridad del resultado, que refleja un apoyo casi unánime a la reforma, aunque se mantienen dudas sobre la imparcialidad del proceso y el ambiente político. Las elecciones presidenciales del 28 de diciembre constituyen ahora el mayor desafío para la estabilidad en Guinea y un eventual regreso al orden democrático.
Hasta ahora, Doumbouya no ha confirmado formalmente su intención de presentarse, pero la mayoría coinciden en que su candidatura es solo cuestión de tiempo. El futuro político del país dependerá en buena medida de cómo se desarrolle esta fase electoral y cómo se gestione la transición hacia un gobierno civil efectivamente instalado.
Los próximos meses serán claves para el contexto político y social en Guinea, mientras la comunidad internacional observa de cerca si se respetan las garantías democráticas y se protege la estabilidad regional.
