El ministro de Estado y de Ultramar, Manuel Valls, no dudó este lunes en calificar como una “evidencia” la existencia de vínculos entre La France insoumise (LFI) y redes islamistas. En una entrevista en La Grande Interview Europe 1-CNews, Valls abordó las persistentes polémicas que rodean al partido fundado por Jean-Luc Mélenchon.
En los últimos meses, varios libros y testimonios de exmiembros de LFI han acusado al movimiento de permitir un “entrismo” por parte de grupos cercanos a la Hermandad Musulmana, especialmente en regiones como Hauts-de-France. Valls se refirió a estas acusaciones como algo probado y documentado.
“Es una evidencia, está probado, demostrado, documentado. Veremos lo que diga la comisión de investigación, pero las cosas están claras”, afirmó Valls.
El ex primer ministro insistió en la gravedad del crecimiento del antisemitismo en la sociedad francesa y vinculó este fenómeno con el juego político de LFI. Según Valls, la instrumentalización del odio contra los judíos se ha convertido en una herramienta política dentro del espectro republicano, especialmente por parte de esta formación.
“Hay que luchar contra el odio a los judíos, que se usa con fines de política interior. Esto lo vemos en toda Europa, también en Francia con La France insoumise”, destacó.
Para Valls existe una división profunda entre dos izquierdas irreconciliables. Rechazó cualquier alianza republicana que tolere el uso político del antisemitismo, dejando claro el riesgo que, según él, representa la postura de LFI.
Este señalamiento llega un día antes del 7 de octubre, fecha clave para el calendario político nacional, en medio de una creciente preocupación por la fragmentación y radicalización dentro de la izquierda francesa.
El tema promete alimentar el debate público y pesa especialmente acerca de la integridad del espacio político republicano y sus alianzas posibles de cara a futuras elecciones y posicionamientos.
