Marine Le Pen llegó este viernes 3 de octubre a Matignon para una reunión con el ministro Sébastien Lecornu, y lo hizo acompañada de un detalle poco habitual: un gato recién nacido en una caja de transporte.
La presencia del pequeño felino llamó la atención en la histórica sede del primer ministro francés, donde Le Pen se encontraba junto a representantes de otros partidos políticos. Lo que buscó pasar desapercibido fue finalmente evidente cuando, al descender de su coche, intentó ocultar la caja detrás de su espalda sin éxito.
Según un allegado de la líder del Rassemblement National y publicado por La Dépêche du Midi, el gato forma parte de una camada que acaba de nacer en casa de Le Pen. El animal aún no puede alimentarse por sí solo y está en riesgo de morir. Por eso la diputada decidió llevarlo consigo para asegurarse de que reciba cuidados. “No la deja ni por un momento”, agregó la fuente.
Curiosamente, el presidente del RN, Jordan Bardella, no estuvo presente en la cita en Matignon.
Además del gesto inesperado, Marine Le Pen agradeció la decisión del primer ministro de no aplicar el artículo 49-3 para aprobar el presupuesto nacional, una medida que evitó tensiones políticas de último momento.
Le Pen es desde hace mucho tiempo amante de los gatos y cuenta con un diploma de criadora, lo que añade un tinte personal a esta anécdota ocurrida en un día de política tensa en Francia.
