Pepito, un joven de 15 años de Nîmes, está próximo a ser juzgado en París por el asesinato de un conductor VTC en Marsella. El presunto asesinato ocurrió el 4 de octubre de 2024, cuando el adolescente, entonces de 14 años, disparó una bala en la cabeza a su víctima.
Según información de Le Parisien – Aujourd’hui en France, Pepito estaría detenido en Le Pontet, Vaucluse, y deberá responder ante la justicia para menores. Su caso está directamente vinculado al narcobanditismo en Marsella bajo la red criminal conocida como DZ Mafia.
El joven, nacido en julio de 2010, habría recibido el encargo del crimen a través de SnapChat de parte de Hacène L., uno de los líderes de DZ Mafia. El contrato rondaba entre 15.000 y 30.000 euros.
Originalmente, el objetivo eran dos tiros a un miembro del grupo rival, el Clan des Blacks. Sin embargo, Pepito no logró identificar a su blanco y, bajo presión de su jefe, terminó ejecutando a un hombre inocente, un conductor VTC sin antecedentes.
Detrás de la historia está un joven entregado al mundo del crimen desde pequeño. Sus padres están en prisión y él mismo estuvo internado anteriormente por tráfico de drogas y pasó por un sistema de acogida. Su entorno y abandono contribuyeron a que se vea atrapado en la violencia narco.
Durante la investigación, Pepito admitió haber empezado como conductor para el encargo, pero bajo amenazas asumió el papel de tirador. Según fuentes del caso, ya expresó que no quiere seguir como sicario y que planea matar a su propio patrón al salir de prisión, para luego dedicarse al tráfico de drogas.
Este caso destapa la alarmante realidad del reclutamiento de menores en bandas criminales urbanas y la crueldad con la que se manejan estos ajustes de cuentas en el sur de Francia.
El tribunal para menores en París definirá pronto su situación judicial, mientras el debate sobre la protección de los niños en entornos violentos y la eficacia de la justicia juvenil vuelve a surgir con fuerza.
