Un grupo de militares liderados por el coronel Michael Randrianirina anunció este 14 de octubre que asume el poder en Madagascar, tras una crisis política profunda. El anuncio se hizo desde el palace presidencial en Antananarivo y fue retransmitido en vivo por la televisión nacional.
Randrianirina, jefe de la unidad militar CAPSAT, informó que disuelven el Senado y la Alta Corte Constitucional, aunque permiten que la Asamblea Nacional siga funcionando. También se disolvió la comisión electoral, un golpe directo al aparato institucional.
Esta toma de poder militar sucede horas después de que la Asamblea Nacional votara por mayoría calificada una moción para destituir al presidente Andry Rajoelina, quien se encontraba en el extranjero y había tratado de disolver ese mismo cuerpo legislativo días antes.
Del total de 163 diputados, 130 apoyaron la destitución, porcentaje suficiente para una suspensión formal pendiente de ser ratificada por la Alta Corte Constitucional.
Rajoelina, que fue objeto de protestas masivas, permanece recluido en un lugar desconocido y calificó el voto como “sin base legal”, mientras que la oposición acusa al presidente de ilegalidad por disolver la Asamblea.
Esta escalada se originó el 11 de octubre, cuando Randrianirina transformó las protestas juveniles en una insurrección militar que culmina con el golpe del martes. Madagascar entra ahora en una fase incierta de transición bajo el control castrense con pocas señales de diálogo político inmediato.
