Desde julio, el ambicioso proyecto de un complejo œnoturístico de lujo en el Domaine de Saint-Martin de la Garrigue (Montagnac, Hérault) está paralizado. Su dueño, el multimillonario noruego Tom Rune Pedersen, se niega a pagar cerca de un millón de euros adeudados a varias empresas locales involucradas en el 90% del trabajo terminado.
Los contratistas denuncian impagos de hasta 300.000 euros y hablan de “un auténtico tiburón”. Según ellos, Pedersen comenzó a reclamar defectos menores y supuestas sobrefacturaciones desde mayo, suspendiendo los pagos incluso antes de la finalización. “Es a la entrega cuando se verifica la conformidad, esto no tiene sentido”, señaló un jefe de obra local.
Algunos artesanos tuvieron que despedir empleados y sufrieron problemas de salud por la crisis. Varias empresas incluso ampliaron su trabajo para acelerar la apertura prevista para septiembre, que incluía ocho habitaciones y una gran piscina, además de estar programada para un rodaje de serie.
La fortuna del propietario roza los 450 millones de euros. Compró el dominio en 2019 a un ruso bajo presión por sanciones internacionales. Pedersen se defiende a través de su abogado, Me Yannick Cambon, quien asegura que existieron “facturas complementarias fuera del contrato” y “defectos de ejecución constatados por un juez”.
Un encuentro tenso entre Pedersen y varios artesanos terminó con una agresión física y posterior denuncia por parte del noruego. Solo algunos proveedores han recibido pagos recientes, mientras que el resto aguarda un peritaje amistoso en curso que puede terminar en juicio si no hay acuerdo.
Incendio e investigación en el dominio
Por si fuera poco, el exgerente del dominio, empleado 15 años, fue acusado por el propietario de provocar un incendio el 16 de septiembre que arrasó 11 hectáreas cercanas y movilizó a un centenar de bomberos y aviones Canadair. Él niega los cargos y ha presentado denuncia por calumnias, alegando que no tenía ni siquiera su teléfono ese día.
El incendio no causó daños graves en el complejo, pero añade más tensión al ya complicado conflicto financiero y legal que bloquea uno de los proyectos más ambiciosos de Montagnac.
Por ahora, el futuro del Domaine de Saint-Martin de la Garrigue queda suspendido en espera de la resolución judicial y la investigación que siguen en curso.


































