En un caso que parecía sacado de una película de espionaje, un empresario de Saint-Brieuc está acusado de haber intentado contratar un asesino para acabar con su socio tras una disputa comercial agravada por la crisis del Covid.
El tribunal correctionnel de Saint-Brieuc examinó el martes 14 de octubre el expediente contra dos hombres: uno señalado como instigador, el otro como supuesto ejecutor. Los hechos se remontan a diciembre de 2022. Ambos socios llevan más de 20 años trabajando juntos, pero la ruptura del equilibrio financiero tras la pandemia tensó la relación.
El segundo socio, al frente de la rama de seguros menos rentable tras la crisis, quiso independizarse. Para ello, recurrió a una persona que se presentó como excomando naval y agente de la DGSE. Este hombre usó su supuesto pasado para ganarse la confianza y registrar las conversaciones en las que surgió la idea del asesinato.
Según la investigación, el acusado pagó cerca de 20 000 euros entre su cuenta personal y una asociación caritativa del “falso agente”. En su defensa, alegó que era un préstamo y que entregó una Rolex como garantía, además de que él no era el instigador, sino que estaba bajo coacción.
La fiscalía reveló que el sospechoso también facilitó un pistola P.38 con munición, aunque aseguró que el arma iba a ser destruida. Grabaciones reproducidas en la audiencia muestran la conversación con la esposa de la presunta víctima, donde el acusado minimiza las tentativas de asesinato y asegura que nunca fue instigador ni pasó a la acción.
Para complicar el caso, el supuesto asesino contactó también a la víctima para alertarle y ofreció protección a cambio de 18 500 euros. La víctima, también socio, presenta una versión contraria señalando un posible chantaje para obtener fondos, aunque el Ministerio Público no sostiene esa acusación en el juicio.
El juicio duró casi seis horas y la fiscalía solicitó cinco años de prisión, con tres de ellos en suspenso, para ambos implicados. La sentencia será anunciada el 25 de noviembre.
La esposa y la hija del socio amenazado estuvieron presentes en la audiencia, mientras que el principal acusado no se presentó. La investigación sigue abierta ante las diferentes versiones de los involucrados en este caso de alta tensión en la región de Côtes-d’Armor.
