El presidente de Camerún, Paul Biya, lanzó este 7 de octubre su campaña en la región del Extremo Norte, desplazándose a la capital regional, Maroua, en un movimiento muy esperado y bajo estrictas medidas de seguridad.
Procedente de Yaoundé, Biya llegó al aeropuerto local al mediodía tras regresar de un breve descanso en Suiza. Esta gira electoral es su única visita pública registrada antes de los comicios presidenciales del 12 de octubre, donde busca la reelección.
El viaje del mandatario fue cuidadosamente monitoreado y simboliza su intención de reforzar su apoyo en una de las zonas más sensibles del país, donde la inseguridad y la tensión política siguen siendo un desafío serio para el gobierno.
«El mejor todavía está por venir», dijo Biya en su discurso ante las fuerzas militares y seguidores locales.
Acompañado por su esposa, Chantal Biya, el jefe de Estado saludó a las tropas al llegar, enviando una señal de respaldo a la estabilidad en la región. Sin embargo, las preocupaciones entre la población sobre la seguridad durante el proceso electoral persisten.
Con más de 40 años en el poder, Biya enfrenta esta elección en un contexto de críticas internacionales y exigencias internas por una transición política más democrática en Camerún. Su visita a Maroua se interpreta también como una respuesta directa a esas presiones.
La campaña oficial ha sido hasta ahora discreta, pero cargada de tensiones en un país donde las fuerzas del orden y los movimientos de opositores se mantienen en alerta máxima.
Se espera que en estos días previos al voto se mantenga la atención internacional sobre la situación en Camerún, clave para la estabilidad regional en África Central.
