Peter Mutharika, exmandatario de Malawi entre 2014 y 2020, ha regresado al poder tras ganar la presidencia con un 56,8% de los votos en la elección celebrada este miércoles, informó la Comisión Electoral del país.
El presidente saliente, Lazarus Chakwera, reconoció su derrota públicamente, luego de quedar muy lejos en la votación, con solo un 33%. El recuento oficial confirmó una victoria en primera vuelta para Mutharika, evitando la necesidad de una segunda vuelta.
La capital, Lilongwe, vio celebraciones inmediatas de los seguidores del Partido Democrático Progresista (DPP), que destaca la vuelta de su líder, de 85 años, apodado “padre” por sus simpatizantes. En contraste, el Partido del Congreso de Malawi (MCP) acusó irregularidades y denunció inconsistencias en el conteo, aunque Chakwera admitió que esto no deslegitima el resultado.
Mutharika centró su campaña en un “retorno a un liderazgo probado”, atacando la gestión económica del gobierno de Chakwera, especialmente tras una etapa marcada por una inflación récord del 33%, crisis alimentarias y la subida de precios de insumos clave como el maíz y fertilizantes.
Durante su primer mandato, Mutharika bajó la inflación a cifras de un dígito y mantuvo una sólida economía, aunque su gobierno tampoco estuvo exento de acusaciones de corrupción y críticas por insuficiente creación de empleo en un país donde más del 70% de la población vive bajo el umbral de pobreza.
Chakwera, un ex pastor de 70 años que triunfó en 2020, asumió con la promesa de combatir la corrupción y crear empleo masivo, pero no cumplió esas expectativas y enfrentó una economía golpeada por desastres naturales como sequías y ciclones.
Expertos políticos señalan que los votantes decidieron apostar por la experiencia de Mutharika ante la crisis económica, aunque reconocen que su regreso también revive dudas sobre problemas de gobernabilidad y transparencia.
“Quiero salvar este país”, dijo Mutharika durante la campaña.
Se espera que el nuevo gobierno enfrente el reto inmediato de controlar la inflación y estabilizar el mercado de alimentos y fertilizantes. Malawi, con una población de unos 21 millones, busca urgentemente recuperar estabilidad económica tras años de dificultades.
