Entre 70 y 75 personas donan su cuerpo cada año en Poitiers para formación médica, investigación y aprendizaje de anatomía. El centro de donación, ubicado en la Facultad de Medicina de Poitiers, registra un aumento reciente en nuevas inscripciones: 375 donantes en 2025, frente a 325 en 2024.
El proceso de recepción es riguroso y respetuoso. Los cuerpos deben entregarse en un plazo máximo de 48 horas tras el fallecimiento, sin ataúd, y permanecen en cámaras frigoríficas donde pueden almacenarse hasta 28 simultáneamente. En caso de saturación, se recurre al centro de Limoges.
Jean-Pierre Faure, responsable del centro, subraya que se realizan análisis previos como extracción de sangre para descartar enfermedades contagiosas antes de la utilización. “Este es un trabajo hecho con respeto y normas claras, nada que ver con el escándalo de París-Descartes en 2019, donde hubo cuerpos mal conservados y prácticas poco éticas”, señaló.
El Decreto de 2022 cubre todos los gastos asociados al don, incluyendo cremación y entrega de cenizas a las familias, lo que ha impulsado el aumento de donantes. Los cuerpos recibidos se usan durante el año para la formación y la investigación, aportando a los estudiantes la experiencia real y profunda que los libros no ofrecen.
Además, el centro organiza anualmente un homenaje en el cementerio de Pierre-Levée para agradecer a los donantes y sus familias, un acto que busca poner en valor este gesto altruista y facilitar el recuerdo pese a la rapidez necesaria en el proceso tras la muerte.
El centro de donación de Poitiers funciona desde 1993 y cuenta actualmente con 3.491 donantes registrados en total, atendiendo a personas de los antiguos departamentos de Poitou-Charentes. La transparencia y la calidad del trabajo destacan en el país después del escándalo parisino.
Pauline Betoulle-Masset, thanatopractora en el centro, participa junto a estudiantes en la primera valoración externa que permite definir el uso del cuerpo en investigación o formación, asegurando un aprovechamiento óptimo para la medicina.
El recogimiento y el respeto a los donantes cierran el ciclo con esta ceremonia de memoria que congrega a familias y futuros donantes, reafirmando el compromiso social con la ciencia y la educación médica.

































