El partido de Champions entre Olympique de Marseille y Atalanta terminó marcado por una jugada surrealista que desató la furia de los hinchas franceses.
A falta de minutos para el final, los jugadores del OM pidieron un penalti tras una mano clara de Ederson dentro del área. La protesta se extendió entre los futbolistas y entrenadores, hasta que el árbitro decidió no revisar la jugada en el VAR.
Poco después, en menos de 20 segundos, Atalanta lanzó un contraataque fulminante. Samardzic definió con un disparo impecable para el único gol del encuentro (0-1, minuto 90). La respuesta inmediata vino con un cartón amarillo para el técnico Roberto de Zerbi por reclamar la decisión arbitral.
Los protagonistas de Marsella quedaron descolocados y mostraron su frustración en declaraciones posteriores. El defensa Nayef Aguerd admitió ante Canal+ que “el árbitro debe ser justo y revisar en video, esto es difícil de entender”.
Con esta derrota, el Olympique cae al puesto 25 de la tabla en Champions y pierde su lugar en la zona de clasificación. El próximo partido importante será en el Velódromo contra Newcastle el 25 de noviembre.
El incidente ya genera debate amplio entre aficionados y expertos sobre la justicia arbitral en competiciones de alto nivel y la necesidad de decisiones claras en momentos decisivos.


































