Esta semana en Alfortville (Val-de-Marne), la policía llevó a cabo un control rutinario que terminó por sorprender a los agentes. Un hombre fue detenido en posesión de varias drogas duras: 3MMC, cocaína, éxtasis y ketamina. Hasta aquí, un arresto común en la lucha contra el narcotráfico.
Lo extraordinario fue el escondite encontrado: los estupefacientes estaban dentro de una lata de raviolis, sellada herméticamente como si fuera un simple alimento en conserva. Ni en bolsillos, ni en compartimentos del vehículo, sino dentro de lo que parecía una lata lista para calentarse.
Este método cobra sentido al observar cómo la creatividad para ocultar drogas ha ido escalando. En Morbihan, semanas atrás, las fuerzas de orden detectaron drogas dentro de envases con etiquetas de golosinas y personajes de dibujos animados, una muestra más de la inventiva de los traficantes para evadir controles.
El hallazgo en Val-de-Marne es un recordatorio para las autoridades de mantener la vigilancia extrema y no confiar solo en los lugares habituales de escondite. El simple envase de raviolis confirma que la inteligencia criminal no conoce límites.
La operación sigue bajo investigación para rastrear el origen y la red vinculada al detenido. No se reportaron otros arrestos o decomisos, pero el caso ya es parte de una larga lista de intervenciones insólitas en la región.
