El presidente de Madagascar, Andry Rajoelina, rompió el silencio este lunes tras el apoyo de militares a las protestas que exigen su renuncia desde el pasado 25 de septiembre. Desde un “lugar seguro”, Rajoelina denunció una “tentativa de asesinato” sin precisar detalles sobre el intento ni su ubicación exacta.
En un mensaje difundido por redes sociales pero no por la televisión pública, el mandatario llamó a respetar la Constitución vigente como única vía para resolver el conflicto político. Rechazó así la demanda de dimisión que impulsa el movimiento de oposición, que crece en la isla pobre del Océano Índico.
Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron expresó su “gran preocupación” ante la crisis este lunes desde Egipto, donde participa en un foro sobre Gaza. Macron no confirmó la información de que Rajoelina habría abordado un avión militar francés rumbo a La Reunión y otros destinos con su familia el domingo, como informó la radio RFI.
“Es crucial preservar el orden constitucional y la continuidad institucional en Madagascar para mantener la estabilidad y proteger los intereses de la población”, declaró Macron.
La alianza de militares con manifestantes durante el fin de semana supone un escalón serio en la crisis política que sacude al país. Las protestas exigen la salida de Rajoelina, mientras que él insiste en el respeto absoluto a las normas constitucionales para resolver la situación.
La tensión crece y no hay señales claras de solución inmediata. Madagascar se encuentra en vilo mientras la comunidad internacional sigue de cerca la evolución de los acontecimientos. Francia, antigua potencia colonial y socio estratégico, mantiene atención especial al desarrollo del conflicto.
