Foodwatch, la asociación de defensa del consumidor, alerta que diez productos lácteos para niños muy populares en Francia están demasiado azucarados, salados o contienen aditivos polémicos.
Entre los señalados figuran productos muy habituales en hogares franceses: Kiri Goûter, Mini Rolls Babybel, Petits Filous, Danonino, las gourdes de yogur de Carrefour, P’tite Danette, Nesquik Petit, yogures Smarties, productos aromatizados de la marca Leclerc y P’tit Louis.
La investigación revela que, pese a su imagen saludable por su base láctea, estos alimentos se alejan de las recomendaciones nutricionales; algunos yogures tipo Yop contienen el equivalente a dos terrones de azúcar por botella. Los quesos untables como Kiri destacan por su elevado contenido en sal. Además, aditivos como aromas y edulcorantes en productos sin azúcar añadido fomentan el gusto dulce en los niños.
Foodwatch critica el marketing agresivo que usa packaging colorido, personajes tiernos y alegaciones como “fuente de calcio” o “ayuda al crecimiento” para crear un “halo de salud” engañoso. Según la asociación, estas estrategias buscan ganar la confianza de padres y atraer a los más pequeños.
Ante esto, Foodwatch pide a las autoridades públicas medidas estrictas: prohibir la publicidad para productos infantiles ricos en azúcar o sal, y aplicar con rigor el Nutri-Score para impedir que estos productos luzcan notas favorables (como la B) que confunden al consumidor.
Expertos en nutrición recomiendan volver a alimentos sencillos, como lácteos naturales sin azúcar y frutas frescas, y alertan sobre la necesidad de leer siempre la lista de ingredientes evitando fiarse del marketing.
La llamada a la prudencia llega en un momento en que la alimentación infantil sigue siendo un foco clave para salud pública en Francia, con miles de padres que buscan opciones más saludables para sus hijos.
