Marruecos vive una semana de protestas intensas encabezadas por el colectivo juvenil GenZ 212, que cuenta con 150,000 miembros en Discord. El movimiento, que se declara apolítico y leal al rey Mohammed VI, exige mayor justicia social y fiscal tras la muerte de ocho mujeres embarazadas en un hospital público de Agadir.
Las manifestaciones desencadenaron violentos enfrentamientos en las ciudades de Lqliaâ y Salé, donde tres mujeres fueron asesinadas por las fuerzas de seguridad y más de 350 personas resultaron heridas. GenZ 212 exige la dimisión del gobierno y la implementación de políticas anticorrupción para abordar las carencias del sistema público en salud y educación.
Mustapha El Mnasfi, investigador universitario, explicó a BFMTV que estos jóvenes, nacidos entre los años 1990 y 2010, están muy politizados a través de las redes sociales pero rehúyen los partidos políticos tradicionales, criticando su falta de representatividad.
“Este movimiento surge en un contexto nacional marcado por críticas al sector salud y en medio de un contexto internacional con inflación y conflictos económicos,” dijo El Mnasfi.
Desde el palacio real, Mohammed VI ha llamado a abrir un proceso judicial justo contra responsables de corrupción. Por su parte, el primer ministro Aziz Akhannouch aseguró la voluntad del gobierno de responder a las demandas sociales y manifestó su disposición al diálogo con los manifestantes.
Las protestas de GenZ 212 muestran el profundo descontento de una generación que rechaza los partidos políticos y pone en el centro problemas sociales estructurales y la corrupción. La crisis sanitaria que destapó este movimiento sigue siendo el detonante inmediato, pero la huelga social en Marruecos apunta a una tensión creciente en todo el país.
