La República Democrática del Congo (RDC) acusó este miércoles a Ruanda de enviar refuerzos militares al grupo armado M23, que mantiene ofensivas en la región de Sud-Kivu, en el este del país.
En medio de un proceso de paz mediado por Estados Unidos y Catar, que ha registrado pocos avances y riesgo de escalada, Kinshasa denunció que Kigali está fortaleciendo al M23 con hombres y material bélico. El ministro de Defensa congoleño, Guy Kabombo Muadiamvita, afirmó que estas acciones evidencian la intención del grupo rebelde de boicotear las negociaciones en Doha y Washington.
En respuesta, el portavoz del M23, Lawrence Kanyuka, acusó por su parte a las fuerzas congoleñas de lanzar recientes ofensivas contra sus posiciones, calificando estos movimientos como un sabotaje a “todos los esfuerzos internacionales de paz.”
A pesar de las tensiones, el gobierno de la RDC intentó poner un rostro optimista. El portavoz gubernamental, Patrick Muyaya, aseguró en entrevista televisiva nacional que el proceso de paz no está detenido y destacó la creación próxima de un comité para supervisar violaciones al alto al fuego acordado en Doha a mediados de octubre.
También mencionó la planificación de un intercambio de prisioneros durante las reuniones próximas en Doha, calificando estos pasos como “avances.” Sin embargo, los combates siguen recientes y frecuentes, con enfrentamientos entre el M23, el ejército congoleño y milicias locales como los Wazalendo en las provincias de Norte y Sud-Kivu.
En julio, ambas partes firmaron una declaración de principios para un alto el fuego permanente tras un acuerdo de paz entre RDC y Ruanda firmado en Washington a finales de junio. Pero los enfrentamientos no han cesado y la amenaza de un conflicto mayor persiste.
Este jueves comienza en París una conferencia internacional centrada en la región de los Grandes Lagos, con la presencia del presidente Félix Tshisekedi. El evento buscará movilizar ayuda internacional ante la crisis humanitaria en el este de RDC y apoyar los esfuerzos de mediación impulsados por Estados Unidos y Catar, informaron fuentes oficiales francesas.
Con esta acusación directa contra Ruanda y la continuada violencia, el frágil proceso de paz enfrenta uno de sus momentos más críticos desde su inicio.

































