Los robos en tiendas de bicicletas se han disparado en la región de la Marne, dejando a los comerciantes con cuantiosas pérdidas y daños materiales severos. En Mareuil-le-Port, un ataque reciente se saldó con el hurto de 25 bicicletas valoradas en unos 70.000 euros. Los ladrones entraron en el local de Philippe Dambrin tras cortar parte del techo y chocar con una furgoneta contra la puerta del establecimiento para reventarla en cuestión de segundos.
Las imágenes de videovigilancia muestran la rápida entrada y el robo, una escena más propia de un atraco a un banco que de una tienda de bicicletas, según el propio Dambrin. “Estamos llegando a niveles que antes solo veíamos en robos de bancos”, lamentó el copropietario del comercio “Relais des Cyclistes / Energy Cycles”.
Con el fin de proteger el inventario, Dambrin asegura atar ahora las bicicletas eléctricas con cadenas dentro del local y planea instalar un “pot anti-bélier” para evitar que vuelvan a usar vehículos para derribar puertas. Aun así, el último intento de robo terminó con daños por más de 8.000 euros. Su tienda, ubicada en un pueblo pequeño de 1.200 habitantes, ha sido robada seis veces en cinco años. “Nos planteamos si merece la pena seguir abiertos”, dijo.
En Witry-lès-Reims, otro comerciante, Jean-Charles Doré, fue víctima de un robo similar. Su tienda “Bike’n’Roll”, situada junto a una vía rápida que facilita la huida, fue asaltada por hombres con pasamontañas que en menos de tres minutos sustrajeron 12 bicicletas de alta gama, con precios que oscilan entre 3.000 y 10.000 euros. El robo quedó grabado por cámaras de seguridad, mostrando a los ladrones actuando con rapidez pero también de forma torpe, dañando los vehículos robados.
“Es lamentable, estoy totalmente ecœuré”, declaró Doré. “Si no estuviera bien asegurado sería ruina total”.
Las fuerzas del orden llegaron minutos después, pero no pudieron impedir el robo ni capturar a los sospechosos. La gendarmería abrió una investigación y la entrega al equipo de búsqueda de Reims está en curso. Las autoridades intentan ahora dar con los autores de estos múltiples ataques que se multiplican en la región, golpeando duramente al sector de venta de bicicletas, especialmente tiendas rurales o en zonas industriales consideradas “presas fáciles”.
Los comerciantes exigen mayor protección y justicia, mientras evalúan instalar sistemas de seguridad más avanzados y valorar la continuidad de sus negocios ante la creciente ola delictiva.
