Sébastien Lecornu sorprendió a todos esta semana al anunciar su dimisión como ministro, marcando un récord por la duración más corta en Matignon dentro de la Quinta República. Su salida se produce justo después de que el nuevo equipo ministerial fuera presentado sin la “ruptura” prometida, lo que desató una crisis en la derecha francesa.
La tensión se agudizó con Bruno Retailleau, líder del principal partido opositor Les Républicains (LR), que expresó su fuerte rechazo al regreso de Bruno Le Maire al frente de un ministerio clave. Según el senador LR Max Brisson, consultado en el programa Christine Kelly et vous, Lecornu intentó tenderle una trampa a Retailleau, subestimando su carácter y convicciones.
“Lecornu quiso engañar a Retailleau pensando que tragaría la derrota, pero él no es un hombre que se trague cualquier cosa.”
Retailleau y algunos miembros del LR incluso amenazaron con abandonar el gobierno si Le Maire continuaba en el cargo, lo que evidenció grietas profundas entre el presidente Emmanuel Macron y la derecha tradicional. La inesperada dimisión de Lecornu, que tenía un futuro político prometedor, refleja esta pugna interna y la falta de consenso tras un mes de negociaciones tensas.
Por ahora, el Ejecutivo no ha comunicado quién reemplazará a Lecornu ni cómo responderá a este revés justo cuando el gobierno busca estabilidad tras un primer mandato marcado por divisiones políticas. La salida inesperada deja al gabinete en un momento delicado y plantea dudas sobre la capacidad del presidente para mantener cohesionadas las diferentes fuerzas de su coalición.
La crisis pone en primer plano el pulso entre los intentos de renovación del gobierno y las fuerzas conservadoras que se oponen a retrocesos en ministerios clave. La jornada política continúa con mucha atención sobre los próximos movimientos del Palacio del Elíseo y los estrategas de Les Républicains.
