En Senegal, la apertura de la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional este 15 de octubre trajo nuevamente a la mesa la posibilidad de un juicio político contra el expresidente Macky Sall. La acusación estaría vinculada a la gestión de una “deuda oculta” que mantiene bajo escrutinio al exmandatario.
La iniciativa parte del diputado Mohamed Ayib Daffé, líder del grupo parlamentario de los Patriotes africains du Sénégal pour le travail, l’éthique et la fraternité (Пастеф), el partido que ostenta el poder actualmente. Aunque por ahora el proceso está en modo condicional, la alarma política es clara.
Esta posible puesta bajo investigación de Macky Sall coincide con la continuación de negociaciones clave en Washington, donde representantes del gobierno senegalés negocian con el FMI sobre cómo revelar y manejar este pasivo oculto que había trascendido.
El asunto ha provocado polémica desde que la “deuda oculta” salió a la luz, afectando la credibilidad del exgobierno de Sall y poniendo en cuestión la transparencia financiera del país. La Haute Cour de justice podría recibir la denuncia y en próximas sesiones se definirá si se abre un proceso formal.
Macky Sall, en el centro del caso, fue fotografiado recientemente en julio de 2023 durante un almuerzo con el presidente ruso Vladimir Putin en San Petersburgo, lo que refleja sus últimas apariciones públicas antes de dejar el poder.
Por ahora, ni Sall ni sus allegados han realizado declaraciones oficiales respecto a la amenaza de juicio. De concretarse, el proceso representaría un hito judicial y político para Senegal, un país que luchaba por recuperar estabilidad tras años de tensiones internas.
El caso tendrá un seguimiento riguroso, sobre todo en Francia y la comunidad internacional vinculada a la cooperación y a la estabilidad en África occidental.
