Margency (Val-d’Oise) vive un auge del muay thai impulsado por Sofiane Benakli, exluchador con más de treinta combates profesionales. A sus 28 años, Benakli dejó la competición tras sufrir los efectos de la pandemia, pero no su pasión por el arte marcial tailandés.
Desde septiembre de 2025, este expeleador se ha convertido en el referente local de la disciplina al mando del Syns boxing club, donde entrena a cerca de 80 alumnos de entre 4 y 77 años, acompañando a su equipo formado por tres entrenadores.
Benakli comenzó en el deporte con el fútbol, pero una enfermedad de crecimiento le hizo cambiar. Encontró en el muay thai un deporte que no solo es físico, sino que transmite valores como el respeto, la disciplina y la solidaridad.
“La tradición y el respeto que aprendí en Tailandia son la base para enseñar y formar en Margency”, explica Benakli, que viajó varias veces al país donde nace la disciplina.
El club funciona con sesiones que combinan cardio, técnica, duelos y trabajo cuerpo a cuerpo, en un ambiente familiar y riguroso. Además, cuenta con el apoyo del alcalde Thierry Brun, que facilitó la instalación del club.
El crecimiento del muay thai está ligado a la explosión del MMA en Francia, con eventos internacionales como la llegada del UFC París que popularizaron el deporte.
Benakli lo explica claro: “El MMA aumentó la visibilidad y con ello, el interés por el muay thai, que es parte esencial de ese deporte”.
El club de Margency también atrae a familias descontentas con la falta de valores en el fútbol. Muchos padres prefieren ofrecer a sus hijos un entorno que combina cultura, deporte y enseñanza ética.
Así, el muay thai en el Val-d’Oise no solo compite con el deporte rey, sino que gana terreno con un proyecto sólido apoyado en la experiencia personal y el trabajo constante de Sofiane Benakli.
