Francia enfrenta un nuevo golpe en los mercados financieros. Este viernes por la noche, S&P Global Ratings anunció la tercera degradación de la nota soberana del país en un año, rebajándola de AA- a A+. Antes lo habían hecho Fitch y Moody’s, reflejando una creciente desconfianza internacional sobre la solidez de las finanzas públicas francesas.
El ministro de Economía, Roland Lescure, reconoció la gravedad del momento y comparó la situación con un clima financiero que se oscurece aún más. La agencia estadounidense justificó la bajada señalando una “incertidumbre elevada” sobre la capacidad del gobierno para controlar el déficit y sanear las cuentas públicas, pese a los compromisos presentados.
El gobierno de Emmanuel Macron busca responder con un proyecto de presupuesto para 2026 que quiere reducir el déficit actual del 5,4% del PIB a un 4,7% el próximo año. La meta final es bajar del 3% antes de 2029, umbral clave para estabilizar la deuda nacional. Pero según S&P, estos planes solo serán valorados si se concretan plenamente.
Lesure insistió en que el paso decisivo es la aprobación parlamentaria. “Para convencer a los mercados y agencias, hay que votar el presupuesto”, dijo. Aquí radica la mayor dificultad para el Ejecutivo: el Parlamento francés está fragmentado y las mayorías son frágiles desde las últimas elecciones, lo que complica el respaldo político necesario para aplicar recortes o ajustes.
La disputa va mucho más allá del papel. Las agencias de rating evalúan la capacidad real del gobierno y el Parlamento para ejecutar reformas presupuestarias y no solo sus promesas. Sin esa convicción, las degradaciones podrían continuar, encareciendo el coste de la deuda pública.
Roland Lescure lanzó un llamado a la unidad política y social para asumir la urgencia financiera y cumplir las medidas. “La nación no puede ignorar esta señal. No basta con comunicar, hay que hacer y demostrar resultados”, afirmó.
De cara a la aprobación del presupuesto en las próximas semanas, Francia está en un punto crítico. La presión aumenta para que diputados y senadores muestren compromiso real y logren dar vuelta la tendencia antes de que la confianza internacional siga deteriorándose.
El calendario marca que el voto en la Asamblea Nacional será clave para el futuro económico inmediato del país. Mientras tanto, los mercados observan atentos, con la cautela que imprime la tercera rebaja en menos de doce meses.
